Algunas veces, cuando una historia fluye a través de nuestra pluma, nos confundimos al tratar de ubicarla en la categoría que le corresponde: ¿es una novela o un cuento? Toda narración comienza a partir de una idea o un suceso que afecta la vida del escritor de tal forma, que este desea expresarla. Pero no es aquí donde comienza la confusión.
Cuando el escritor empieza a desarrollar la idea, muy pocos son los que se enfocan al centro mismo de la historia, ya que todo texto necesita cierto movimiento. Ahí es cuando comenzamos a ampliar la idea, para impregnar a nuestros personajes del tema y crear locaciones geográficas para ubicar los sucesos, así como nos podemos fijar en los cambios climáticos, cambios de humor, etc. Y cuando miramos lo realizado, con sorpresa nos damos cuenta que llevamos cincuenta páginas escritas y aún queda mucho en el tintero; y una historia que al principio nos parecía corta, se convierte en un manantial de ideas y comenzamos a dudar sobre la categoría a la que pertenece nuestro escrito.
Para ubicar de forma correcta nuestro escrito, hay que tener en cuenta las siguientes pautas:
El Cuento
- Extensión: Este género narrativo por lo general es breve. El texto puede llegar a las cien páginas (llamado cuento largo o novela corta), pero no puede extenderse más de cien, por razones que veremos más adelante.
- Personajes: En un cuento, los personajes rara vez tienen un pasado minucioso. El autor no hace reiteradas regresiones al pasado para explicar o justificar la acción del personaje en el momento dado. El perfil es muy seco y directo. Si es héroe, no hay espacio, necesidad ni tiempo para explicar sus debilidades. Si es un villano, no podemos dedicar un aparte de cien páginas para regresar al pasado y explicar cómo se convirtió en villano. En el cuento, los personajes son únicamente los líderes en la acción de los sucesos, que es a lo que se limita el autor. Además, los cuentos, por lo general, tienen un único personaje principal. Su vida y su reacción ante los problemas es lo que cuenta. Él o ella, es el héroe o antihéroe, y el autor no puede tener ojos para describir a otros.
- Descripción: El cuento no tiene largos pasajes descriptivos. Lo importante en este género literario es narrar lo que está sucediendo, sin detenerse en analizar los colores de las alas de una mariposa, que a la larga no tiene ninguna influencia en lo que sucede. La descripción únicamente se ajusta a la realidad de la acción y no pueden existir apartes que no vienen al tema.
- Desarrollo: El género del cuento permite únicamente el sistema “problema-nudo-desarrollo” para el texto, y sus posibles combinaciones (problema-desarrollo-nudo; desarrollo-problema-nudo; desarrollo-nudo-problema; nudo-problema-desarrollo; nudo-desarrollo-problema). Es decir, hay un suceso del cual comienza la historia. Llevamos a nuestro personaje principal a un “anudamiento” de los sucesos donde él tiene que tomar una decisión o una acción. Finalmente, desarrollamos la acción o decisión del personaje hasta llevarla a un final.
La Novela
- Extensión: Este género permite una mayor extensión, pero el mínimo se ubica entre las 100 y las 150 páginas. No hay límite máximo, ya que la novela permite una edición en varios tomos. (Ejemplo: La serie de Harry Potter).
- Personajes: La misma extensión de la novela permite una mayor presentación de los personajes. Hay un desarrollo de su pasado, un perfil psicológico. Análisis del por qué uno u otro suceso lo llevaron a ser lo que es hoy. Además, la novela puede tener varios personajes principales, y su evolución se sigue de manera paralela. Un personaje (principal o secundario) de la novela puede apartarse del tema principal para solucionar problemas que no atañen al desarrollo del tema de la obra, pero enriquecen a la misma, siempre y cuando aporten luces al desarrollo del nudo.
- Descripción: Mientras que el cuento se centra en la acción, la descripción es lo más importante en la novela. Por medio de pasajes descriptivos, ubicamos al lector en medio del momento narrado, dándole a entender de manera tácita cómo el entorno influye en el desarrollo de los hechos. Podemos hacer apartes para describir hasta los guijarros al lado del camino, preparando al lector para un “pico” en la narración. Los perfiles psicológicos son más ricos y detallados. La ubicación geográfica es importante para enfatizar el desarrollo (recuerden “Crimen y castigo” de Fiodor Dostoyevsky, donde el autor detalla hasta la cantidad de escalones que había al piso de la prestamista).
- Desarrollo: El desarrollo de la novela no necesita de un esquema tan rígido como el cuento. Básicamente, se parte de la misma estructura, pero las mismas características del texto nos facilitan crear nuestra propia estructura. La novela, son varios cuentos alrededor de un mismo tema, por ello, las combinaciones de las que habla el punto 4 de El Cuento, pueden utilizarse de varias formas y al mismo tiempo, ya sea para diferentes personajes o una estructura narrativa independiente para cada personaje.
La diferencia básica entre la novela y el cuento, es que el segundo únicamente narra una historia y una acción, mientras que la primera puede hablar de varias historias y acciones que rondan un mismo tema. Es decir, una novela puede ser varios cuentos, así como un cuento rico en descripción, lo que le da una extensión amplia, pero necesaria, para explicar al lector el tema o la idea propuesta; mientras el cuento, no.