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Vivía en un pueblo pequeño a las afueras de la capital donde conducía a diario para llegar al trabajo y dedicarle ocho largas horas de su día a lo que realmente no estaba muy a gusto pero que hacía muy profesionalmente y aunque siempre estaba a la expectativa de algo más en éste era exitosa.

Tenía una vida religiosa bastante activa, visitaba la iglesia todos los miércoles y domingos y hacía parte del grupo que ayudaba a los más necesitados y que apoyaba a los misioneros en otros países y lugares pobres alrededor del mundo.

Sus hobbies eran algo a lo que le entregaba todo el tiempo libre, el oír música o aprender otros idiomas por si misma la entretenían y le hacían pasar el tiempo de su vida sin mayores expectativas.

Algún día estando en la iglesia después de haber tenido un largo y pesado día de trabajo tuvo una conversación con otro miembro de ésta quien le comentó que buscaban a alguien que estuviera interesado en viajar a un país de Suramérica para hacer una labor humanitaria de alfabetización y de introducción a su religión, además que podría viajar no solo a ese país sino también a otros donde tuvieran ingerencia.

No se habló más del tema por una semana hasta que volvió a oír en los pasillos que aún estaban buscando a la persona para viajar, no se detuvo, sólo escuchó y su imaginación empezó a volar hacia algún destino lejano, empezó a imaginarse como sería la vida en estos países, se preguntaba si la pobreza de la cual oía a menudo era real, pensaba en cómo ella podría vivir en donde no conocía a nadie y en donde el solo comunicarse con otros podría ser un obstáculo para ella, se detuvo por un segundo y solo imaginó como sería llegar a un lugar lejano y extraño y empezar a conocer y tratar gente diferente.

Esa noche sola al lado de la chimenea de su pequeña casa y leyendo un entretenido libro miró hacia la ventana y se encontró con un panorama no muy atractivo, los campos llenos de nieve, el cielo entre gris y negro y el clima bastante frío la llevaron a pensar otra vez en esos países de los que se dice todo el año hay una temperatura ideal, donde la gente es alegre, el cielo es azul como sus ojos y la noche es impredecible. Imaginó hasta quedar profundamente dormida con la idea de querer descubrir eso de lo cual tanto se habla de los países tropicales.

Día a día se le ocurrían cosas diferentes y su curiosidad la llevo a comprar revistas y libros sobre estos países y su estilo de vida, consiguió videos y mucha información que la hacían acariciar cada vez más la idea de postularse para el viaje. No le hablaba a nadie del tema solo Leía e imaginaba. Oía música latina y trataba de seguir las letras pues aunque no hablaba muy bien el español lo entendía y lo trataba de mejorar cada día más.

Hasta que por fin tomó la decisión de postularse a ese viaje que tanto le había rondado en la cabeza y aunque con muchos temores, lo hizo, paso la solicitud para salir. Más se demoró ella en mandar la solicitud que la iglesia en contestarle con un mensaje de agradecimiento por su voluntad de hacer una buena labor con la gente que ellos dicen los necesitan. Fue un mensaje corto donde le indicaban los pasos ahora a seguir para salir lo más pronto posible. Siguió paso a paso sin omitir ningún detalle sugerido por los consejeros de la iglesia se alisto de la mejor manera y partió con la ilusión de cambiar la vida de muchos y porque no la de ella misma.

Ecuador es un país caluroso y de gente ingenua, amable y trabajadora. Allí se encontró en el cuarto de un muy buen hotel, después de un largo viaje. Estaba un poco nerviosa aunque con muchas ganas de iniciar sus labores y de conocer gente e ir a esos lugares de los cuales tanto había oído.

Era una mañana calida y con un cielo despejado, había salido a caminar después del desayuno y regreso al hotel para esperar a la persona encargada de llevarla a la sede de la iglesia de la ciudad. La espera no fue muy larga, de pronto apareció un hombre quien la convido a seguir a su carro para dirigirse a dicha sede.

La primera conversación en español que la había tenido tan nerviosa se inicio con un muy cordial saludo y presentación del hombre a quien ella no entendía todo lo que decía pero que le tomo la idea y trato de seguir sin dudar. Pasaron varios minutos para llegar y en ese poco tiempo se sintió a gusto y quiso extender la conversación por mas tiempo, preguntando mucho y queriéndolo saber todo en un solo instante, el hombre contestaba sus preguntas de una manera muy amable y gentil, la hacia sentirse segura y confiada de que todo saldría muy bien.

Una vez en la sede le presentaron a los que desde ese momento iban a ser sus compañeros y quienes compartirían con ella la mayor parte de su tiempo. Fueron muy amables y la hicieron sentir bienvenida. El hombre quien le acompaño se despidió argumentando que tenía mucho mas trabajo por hacer y que confiaba poder hablar con ella otra vez.

Pasaron varios días y ya metida en sus labores de lleno se veía muy corta de tiempo para hacer tantas cosas con las que se estaba comprometiendo. Una tarde al estar en el balcón del hotel contemplado la imponente montaña en frente de este recibió una llamada del hombre quien la acompaño por primera vez, sintió una gran alegría al oírlo y le invito a tomarse un café en algún lugar. Ahí estaba en un pequeño café de una ciudad lejana de su mundo y de su vida, hablando con alguien en otro idioma que no era el suyo y sin extrañar nada ni nadie, ahí estaba totalmente absorta con la conversación. Pasaron las horas y ya caída la tarde decidieron salir a divertirse un rato.

La noche estaba estrellada y el cielo acompañado de una gran luna que iluminaba absolutamente toda la pequeña ciudad por donde se encontraba caminando después de haber disfrutado de un gran momento, después de haber escuchado la música que le gustaba y de haber intentado bailar como siempre lo anhelo. Sentía como si su compañero lo hubiera sido por mucho tiempo y sin mas que una mirada le regalo un beso de agradecimiento y este fue devuelto auque no con la misma intención si con una fogosidad que la llevo a entregarse y pasar una noche llena de encantos y sentimientos que nuca antes había tenido en su vida, entrego su ser su alma y el tesoro del que se enorgullecía, lo entregó todo en una noche que sin pensar le cambio toda la vida.

Durante el embarazo tuvo muchos problemas los cuales le hicieron tomar la decisión de volver a su país para tener un tratamiento especial el cual no tuvo éxito, su salud se empeoraba al pasar de los días y los médicos le sugirieron hacer lo que ellos creían era lo mejor para poder sobrevivir a ese mal momento por el cual pasaba pero no acepto y contra todos y todo, quiso seguir adelante. Soñaba con ese mundo que conoció y con regresar para compartir con su compañero esos paisajes, el clima y tan hermosos lugares que visitó y disfruto pero ese sueño no se realizo y muy en su mente y su recuerdo para siempre se llevo.

Ben

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