La hipocresía, las modas, parecen estar ganando terreno en nuestra sociedad. El otro día en el recreo vi a unos chicos abusando de otro: tirándole trozos de pan, comida del suelo, incluso gusanos. Un acto muy duro de ver que me causó especial repugnancia hacia estos chicos y lo que eran capaces de hacer.
Sin importarles como se sienta, lo único que buscan es pasar un buen rato y sentirse superiores, sin una pizca de compasión o de lástima. Aunque les llames la atención, no cesan en su intolerable tarea. Pero la mejor parte viene ahora, todos están contra el maltrato animal. Manifiestan enérgicamente que su rechazo a estas actividades, porque causan el sufrimiento de un animal. Así se limpian la conciencia, maltratando a personas y diciendo que los toros son una barbarie. Lo que destaca de estas personas es su gran hipocresía como podéis observar, maltratan a los de su alrededor y proclaman que lejos de ellos se cometen masacres.
Claro que esta opinión de estos chicos, no viene de pararse a reflexionar sobre el tema, viene de lo que la mayoría de la gente piensa. Incapaces de forjar su propia opinión adoptan la del resto, olvidándose de las cosas que ellos mismos podrían solucionar, en lugar de actuar impulsivamente como animales. La gente va defendiendo a las mujeres y posteriormente comentan el estado de su culo, con los colegas, van de solidarios y pasan al lado del pobre sintiéndose superiores, como si su dinero los posicionara en un rango superior, ven las torturas de yihadistas, etc y en su cerebro lo único que cobra importancia es el resultado del partido de fútbol.
Algunos pocos, si nos damos cuenta de esto, por mucho que luchemos la situación no se arregla, ya que nos falta el apoyo del resto para construir un mundo mejor. Creo que peco de utópico, pero la realidad es que no aguanto estas fechorías, imagino un mundo mejor que me gustaría que existiera. Dónde las personas no vayan a las manifestaciones solo cuando les afectan a ellos, si cuando también les afectan a sus vecinos, dónde antes de arrojar una piedra al prójimo se pongan en su pellejo, dónde un producto no nos cueste poco dinero a costa de la explotación de un niño, asi como tantas injusticias sin solucionar. Claro que como su denuncia no está de moda, la mayoría de la gente no repara en ellas.
Poco a poco vamos perdiendo la esperanza de conseguir nuestros propósitos, ya que otra actitud de moda es la de pensar poco. Existe una posibilidad de que esto se arregle que será cuando el hombre salga de su minoría de edad, mecionando a un gran filósofo de la Ilustración. Mientras tanto nos evadiremos leyendo, sintiéndonos acompañados por tantos escritores y poetas que ya en el pasado se dieron cuenta del alto nivel de hipocresía, y navengando entre sus versos nos sentimos reconfortados.