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El día que asesinaron a su padre sin piedad, Andrés Rodríguez, un joven humilde del campo, contando con solo catorce años, tomó la mayor decisión de su vida: vengar la muerte de su padre.

Parecía una chimenea, borboritaba humo expulsado de su boca, dijo sin alientos. - van tres cajas de cigarrillos. Su camiseta blanca y jean oscuros no daban mucho de que especular, su cabello desordenado, rizado y negro, parecía que aquella noche no la había pasaba muy bien. Era cerca de las 11:00 pm, yo acababa de salir de mi trabajo, como mesero en un restaurante nocturno, el difamado Punto Rojo, allí, se puede encontrar gente de cualquier tipo, de diferentes edades, etnias y culturas, siempre había algo en común, todos ellos, como hermanos de diferente padre, llegaban en estado de embriagues, pero Andrés Rodríguez, no parecía de aquí, No era de esta ciudad, Sogamoso.

La luna irradiaba tanta luz, que en el parque al que regularmente asistía puntual, tras una dura jornada de trabajo, brillaba: cada hoja verde en los troncos voluptuosos del parque, algunas rojas caídas que dejaban una sensación de soledad, otras que aun colgaban desesperadamente al rigor del viento que les azotaba, las baldosas grises opacadas tras tantos apuros de los hombres que nunca se detienen, las esculturas negras  que siempre me daban la espalda, recordaban el pasado colonial, de esta pintoresca ciudad del sol y del acero, la iglesia que se miraba tan sola, daba escalofrío, con su arquitectura tan estoica, ciertamente alucinante, No obstante, me sentía en paz. Allí estaba él, caminado frente a la banca que apuntaba hacia el edificio de los concejales, hombres de corbata, entraban con archivos y su característico maletín de cuero, muy serios siempre, al salir, siempre exhaustos, se les podía ver tomando tinto donde el señor Ramón, el mejor tinto lo tiene él. Se quedó viéndome mientras cruzaba frente mío, yo solo estaba distraído con la Luna, y como al ocultarse, las nubes formaban siluetas que en la imaginación de un niño, se hubieran creado utopías maravillosas. Dijo él, con una voz temblorosa pero en su misma medida inocente. -¿Puedo sentarme a su lado, compadre?, parecía que sus ojos no habían caído en una almohada en unas cuantas noches, hacía frío. Le dije tras unos segundos, en los que estuve pasmado observándolo, inseguro. –Claro, puedes sentarte.

Hablaba de como hacía unos cuantos minutos, acababa de salir de un bar, no le noté algún estado de embriagues, tampoco en su aroma denotaba el olor del alcohol. Parecía querer llorar. –la noche es larga, dije, intentando animarlo y disipar su melancolía. -Claro que lo es. Dijo, sonriendo se dirigió a mí invitándome a un cigarrillo, acepté.

-Quizá, hoy sea la última vez que pueda beber, fumar y compartir con personas. Dijo él, mientras encendía mi cigarrillo. -¿Qué cosas dices? No entendía a qué se refería con ese comentario tan precipitado. –Hablo enserio, es una larga historia, no me la creería. Expulsando humo como si intentara besar el aire con sus labios rugosos. –Tengo todo el tiempo del mundo, encerrado en la palma de mi mano. Respondí, pretendiendo aliviar el ambiente que se estaba tornando incómodo. –Mi padre fue asesinado por unos guerrilleros, mientras defendía nuestro rancho, como el hombre de la casa, se llevaron a mí santa madre, lo mataron frente mío y de mi hermana menor,  yo solo tenía catorce años, le llevo cuatro a mi hermana, en ese maldito momento, no parecía importarles ni una mierda. – ¿la guerrilla? ¡¿Cómo fue todo?! Quedé perplejo, no lo esperaba, un millar de preguntas acribillaron mi mente.

 –Pues como me oye compadre, han pasado cinco años desde ese día oscuro, busco venganza a toda costa. Otra calada de cigarrillo simultáneamente conmigo. –La venganza puede traer más muerte, la violencia trae consigo más violencia. Mientras el cigarrillo tiritaba, no sé si era el frío, o la emoción de escudriñar el pasado de Andrés. –Eso ya no importa, me entere hace unos días, que mi hermano mayor, había sido asesinado por no entregar una finca cerca a nuestro rancho arrebatado, era lo último que nos quedaba. Sus ojos se llenaron de rencor. –Aun tienes a tu hermana menor. Sentí una gota de sudor resbalando por mi frente, aún hacía frío. –Lo hago por ella, jamás olvidaré como Mafe se desvaneció en el aire al escuchar esa noticia, ya verán, ojo por ojo, diente por diente…  –Una finca no puede valer más que unas vidas, lo importante es que aún tiene a su hermana y ella a usted. Puse mi mano sobre su hombro intentando aliviar sus penas. –No hablaba del valor de la finca; mi padre, mi madre y ahora mi hermano mayor, fueron quienes me enseñaron a vivir. Se llevó las manos al rostro, se cubrió. –Ellos no desean esto, de seguro ellos quieren que usted sobreviva. Lo sacudí con delicadeza, quería que reaccionara. – ¿Cómo vivir si las personas que amaba fueron arrebatadas? Lloró. Mientras tanto, me estremecí.

Decía Aristóteles: ser humano, es ser un individuo integro, miembro de una comunidad, de una “polis”. Verse como un despojado del sentimiento mismo de la comunidad en consecuencia de las violencias, el desplazamiento, el  destierro, la exclusión, toda la adversidad que puede deparar lo cotidiano de la vida. Estas palabras venían a mi mente, cuando Andrés Rodríguez, rompió en llanto. Golpeó con ira la banca de madera, una y otra vez, mientras mencionaba  que tan injusta era la vida. –Calma, vendrán tiempos mejores. Asistí con unas palmadas en su espalda. –Lo sé, gracias ¿quiere un tinto, compadre? Se levantó más imponente, vi el reflejo de quien busca un objetivo, sin importar arreciar con el mundo entero. Acepté.

-Todo es culpa del dinero, interrumpió Don Juan, un hombre que más conocimiento tiene por su edad que por su cabellera, estaba atento a la conversación que sostenía con Andrés, reiteró –La visión de la guerrilla en un principio, era diferente a la de ahora, los anhelos de la libertad fueron consumidos por la avaricia, el objetivo era revolucionario, antes de mancharse con sangre, drogas y billetes morados. –La Colombia que vemos ahora, quizá sería diferente-caladas de cigarrillo, borborité en el aire- para martirio nuestro, el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, aquella oscura escena en la historia colombiana, el nueve de abril de 1948, dividió la historia Colombiana en dos partes. Don Juan, tomando tinto y señalándome con el cigarrillo que acababa de encenderle Andrés. -Gaitán había podido, con una voluntad de hierro como ningún otro miserable, desafiar a los ricachones, esos privilegiados de las clases políticas, y emancipar la realidad de las cosas, el maldito descontento de las minorías. Andrés, en sus experiencias, aún desconocidas para mí, dejó claro que siempre han sido culpables los “bastardos” como él los llamaba. -Esos conservadores que han  oprimido nuestro pueblo, mi campo bello y libre, solo han causado muerte, y mi suelo verde, donde viví mi corta infancia, un campo de guerra.

 –Son unos malnacidos, Don Juan agregaba. Andrés, agachando la mirada, y con voz de viejos recuerdos, añadió: -Mi padre junto con algunos de mis tíos, eran del lado de los liberales, ellos vivieron la verdadera rivalidad entre esos absurdos partidos, liberales y conservadores, en especial allá, por los años de 1950 en el gobierno conservador de Laureano Gómez, Mi padre siempre me decía, que aquel periodo fue de tanta violencia, que cualquier mínima inclinación por uno u otro significaba la muerte, si no eras liberal, automáticamente eras conservador. Don Juan, sonriendo mientras algo de humo se escapaba de si nariz, dijo: -Por suerte, aún había algo de esperanza, mi gran general, Gustavo Rojas Pinillas en el año de 1953, derroco el gobierno de Laureano Gómez con un espectacular golpe de estado, nos trajo un respiro de alivio aquel hombre.

Andrés hizo una pregunta que jamás olvidaré. -¿Cómo hicieron para que la guerra cesara? esa mierda era un caos, reiteró. En ese momento, recordé las letras fabulosas de un libro que habla precisamente de eso, se titula: “Donde está la franja amarilla” del reconocido autor: William Ospina. –La respuesta, compañero mío, fue un acuerdo que con el apoyo de los partidos nacionales, que depuso al dictador, a continuación de eso, en 1957 la coalición diseño una estrategia, que para unos podría sonar aberrante y para otros una ecuación elegante, para así, acabar con la violencia incrustada en los campos cansados de escuchar el sonido de las balas y ser manchada por la sangre de sus pobladores defensores, a través de una tregua, donde presentaron un pacto entre liberales y conservadores para alternarse con el poder (Frente Nacional)  desde el año 1957 hasta 1974, no obstante, el primer gobierno civil en subir al poder, de ellos fue: Alberto Lleras Camargo un liberal que puso en marcha la agenda modernizadora para el progreso y dictó la primer ley de reforma agraria para así fortalecer el desarrollo del campesinado y evitar cualquier tipo de éxodo a las ciudades. Andrés, atónito por lo que acababa de escuchar, manifestó su inconformidad. – ¡¿Cómo demonios?! Así de sencillo se jugaron la suya para controlar el país, repartiéndose el maldito poder ¿qué conservador le siguió? A lo que respondí –Su sucesor fue el conservador Guillermo León Valencia, quien llevó a desarrollar una cuenta de guerra contra las denominadas repúblicas independientes, estas eran asentamientos de campesinos y pueblerinos, algunos de ellos eran refugiados y rezagos de guerrillas liberales, y otros de una orientación y vocación comunista, que intentando huir de la persecución exhaustiva del general Gustavo Rojas Pinillas, terminan convirtiéndose en un organizado de autodefensas campesinas.

Era para aquel momento, difícil discernir que podía considerarse como justo, pues aún seguían siendo ejecutadas vidas campesinas, vidas humanas que cayeron influenciadas bajo una capa que les nublaba la realidad de las cosas, nadie era dueño del poder que acontecían. Andrés, impaciente preguntó: -¡¿De dónde hijueputas salieron las F.A.R.C o el E.L.N?! Don Juan, que había sido profesor de Sociales y Democracia de varias universidades antes de salir pensionado y jubilarse o como él dice, darle descanso a los oídos de la historia, respondió bebiendo el ultimo sorbo de tinto que le quedaba. –Fue de la presión, al ver cómo eran acorraladas las autodefensas dispersas de campesinos por su persecución, surgen los grupos guerrilleros, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (F.A.R.C), el Ejército Popular de Liberación (E.P.L), y el Ejército de Liberación Nacional (E.L.N), donde el sacerdote Camilo Torres participó, luego en 1966 muere en combate. Andrés nos interrumpe y se levanta de la banca de madera.

-Compadres míos, los quiero invitar a un bar cercano, el dulce jugo de cavada, el delicioso guarapo y el aguardiente, van por mi cuenta. –vamos, también Don Juan decide acompañarnos.

En el camino, seguimos hablando de la tendencia que se seguía por el Frente Nacional, el siguiente en la lista fue el liberal Carlos Lleras Restrepo, de 1966 a 1970, este hombre le dio un gigantesco impulso a la reforma y la modernización del estado al crear los institutos descentralizados  que eran los encargados de muchos de los asuntos técnicos del gobierno.

Cervezas frías; media canasta, y una de aguardiente, es reconfortante recordar con lucidez las tapas de lata saltando en el aire y rebotando en el suelo, el sonido burbujeante del líquido dorado, los cristales chocando y los cigarrillos alumbrando nuestros rostros. 

Andrés se anticipó, preguntó acerca del M-19. Bajé la botella que chocó con la mesa dejando un leve crujir. –Para la época de las elecciones de 1970, el conservador Misael Pastrana Borrero ganó por una mínima diferencia de margen al general Gustavo Rojas Pinilla, que era candidato de la Alianza Nacional Popular (ANAPO). El gobierno de Misael Pastrana Borrero se tomó de 1970 a 1974. Una parte izquierdista de ANAPO, acusó de fraude electoral, de esta manera, y en consecuencia creó el Movimiento Guerrillero 19 de abril (M-19), quienes inicialmente operaban en zonas urbanas en operativos osados y luego de ello, se trasladaron a las zonas donde actualmente mantienen su lucha, en las zonas rurales.

Don Juan, que había estado atento desde un inicio en cuanto a las intenciones violentas de Andrés Rodríguez, intentó desviarlo de su pensamiento, en contrario de sus intenciones, Andrés parecía más decidido a sumergir sus manos en venganza, ahora sabía que el campo, era el lugar menos culpable allí, no obstante, es el campo de guerra actual.

Andrés evadiendo las diferentes hazañas que usábamos para hacerle cambiar de idea, nos habló de como se ve el campo desde los ojos de un campesino inocente: -El cielo, es como ningún otro, más claro, no como aquí, en esta ciudad, se respira pura gasolina usada, allá en mi campo, la luz atraviesa las nubes permitiendo ver mundos de diferentes formas, escribía poesía en aquel entonces, eran mi musa y obra, el verde del pasto se mesclaba con la distancia que recorría de colina a colina, todos los animales raros, algunos pequeños, otros simplemente increíbles, eran cada día una innovación que me permitían ser feliz, las plantas medicinales que usaba mi abuela, vivía a dos horas desde mi antiguo rancho, todo el camino estaba cubierto de piedras, era una caminata por una zanja entre el pasto, todo allá antes de la muerte de mi padre y  de la separación sin despedida de mi madre. La vida allá, es tan diferente, yo era un niño feliz. Don Juan y yo detuvimos los intentos, era casi imposible detener las intenciones de Andrés, era consiente que tras estar detrás de unas barras de metal, lo único que le podría mortificar hubiese sido el dolor amedrentador de su hermana menor, Mafe, era lo único que podía hacerlo entrar, en mayor intento, en una duda.

Tercera cerveza, Don Juan destapa unas grises y sirve otras copas de aguardiente, habla de manera humorística, acerca  del Frente Nacional, que durante el gobierno de Alfonzo López Michelsen desde el año 1974 al año 1978, llegó a su término. En ese momento, nuestra Colombia experimento grandes incrementos de divisas generados por el aumento del precio internacional del café, de esa manera, se empezó a generar una economía con una gran abundancia de recursos, que hizo tomar al gobierno la decisión de expandir la comercialización, abriendo de esta manera la oportunidad de comercializar y así, controlar las tendencias. Esta manera y forma de política neoliberal fue continuada por Julio César Turbay Ayala desde el año 1978 al año 1982, caracterizado por su gran ímpetu y dureza con los que se enfrentó a través del Estatuto de Seguridad a las organizaciones populares. -De nuevo-agregué-que en 1982, un conservador sube al poder, tratándose de Belisario Betancourt en la elección del año de 1982 al 1986 siendo una de sus medidas políticas, el afiliar a Colombia a la Organización de Países No Alineados y luego, proponer una apertura democrática.

Don juan, cruzando los dedos y las piernas, anunciado por mero capricho de gestos que este era su campo; sonríe por el licor o por la emoción, supuse. –La culpa de la muerte del ministro de justicia, el señor Rodrigo Lara Bonilla, fue la “guerra de las drogas” donde también tuvo lugar, la falta de compromiso de los militares y los guerrilleros para fraternizar y lograr una paz.

Ya eran las 2:36 am, era tiempo de dirigirnos a nuestros hogares, propuse un reencuentro en un café a las 4:00 pm, donde hay un ambiente propicio para continuar con la conversación interesante que sosteníamos. Andrés, entre el cielo y la tierra, guardaba algún misterio, también Don Juan se dio cuenta, finalmente lo convencimos de asistir a la reunión.

El reloj apuntaba las 4:09 pm, una vez más, llegaba tarde, para mi sorpresa, Andrés Rodríguez estaba sentado en la mesa de una esquina, un lugar perfecto, alejado y con la iluminación de unas lámparas incandescentes.

-Buenas Tardes Andrés, ¿aún no llega Don Juan? Mientras intercambiábamos un apretón de manos, me fijé que seguía vestido con la misma ropa, una camiseta blanca y un jean oscuro,  su cabello rizado estaba en excelente estado, muy bien ordenado, sin rastros de algún indicio que la noche anterior, había bebido hasta desbocarse en el amanecer de la tierra del Sol y del Acero.

Antes de que yo pudiera pronunciar palabra alguna, Andrés expresó con algo de toque irónico: El negocio de desmovilización para algunos grupos armamentistas como lo fue  el M-19, el Movimiento Armado de Quintín Lame (M.A.Q.L), el (E.P.L) Y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T)  que tuvo lugar en la presidencia de Virgilio Barco desde el año 1986 a 1990, donde al mismo tiempo, como caminar y pisar mierda, la guerra contra el narcotráfico representó una mayor importancia, sumándose la violencia política y sociológica a introducción de la guerrilla y los paramilitares, dañando la estabilidad política del estado, y así, produciendo la muerte de candidatos presidenciales, donde se podía encontrar a Bernardo Jaramillo, Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro y Luis Carlos Galán.

-Ganó las elecciones del periodo de 1990 a 1994, César Gaviria –Irrumpió Don Juan, vestido de blanco con un gabán gris y un sombrero negro- durante su gobierno-hablaba detrás mío, Don Juan acababa de llegar, 4:27 pm-La asamblea constituyente elaboraba en aquel entonces una nueva carta constitucional que se promulgó oficialmente el cuatro de julio de 1991. –En ese periodo Gavirista. Continué mientras hacia un guiño al mesero en alusión para otro tinto. –Fue un importante periodo económico político, que cambio los diferentes parámetros de la economía colombiana de los últimos cincuenta años. Andrés, encendiendo otro cigarrillo. –El cartel de Medellín, junto con todo ese narcoterrorismo empezó a ser desmantelado, lástima que el narcoterrorismo se incrementó, Con la guerrilla, esos hombres de armas y vestidos de camuflaje para la selva, no adelantaron ningún tipo de acuerdo, aun con las ofensivas militares, y los constantes intentos de diálogos. Don Juan, intentando inmiscuirse más en el pasado de Andrés Rodríguez, hace intentos para hacerlo recapacitar acerca de su objetivo.-Andrés. Dijo Don Juan, con un tono más serio. -¿aun piensa usted en vengar la muerte sus familiares? Hemos hablado en gran parte de la historia colombiana, como y porque se dieron las cosas, aun así, existen miles de personas que son abatidas por los mismos sucesos que a usted le atormentan.

–Eso no me importa. Andrés hace una pequeña pausa y prosiguió.

-Aun siendo consciente de las decisiones que formaron el país, las consecuencias del narcotráfico y como se convirtieron los grandes hombres con voluntad de hierro en soplo de recuerdos.

–No, eso no cambiara mi decisión, ¿Dónde estaba la ley y el orden cuando mi rancho fue, como conejo agarrado de las orejas, arrebatado de nuestras manos? Que coman mierda. Insistió. –Mi hermana sufrió por culpa de eso, mi familia muerta esta, y ningún curcuncho de papeles los harán regresar.

-Bien, será como usted prefiera. Dijo Don Juan, levantándose de la mesa y acercándose de manera pretenciosa. –Parece ser, que después de hoy no nos veremos.

-Muy bien, hasta pronto. Dijo Andrés estrechando su mano. –Fue un placer, Andrés Rodríguez López.

-Juan Pablo Rodríguez Pérez, pero me dicen Don Juan.

-Mi padre tenía los mismos apellidos, se llamaba Rodolfo Rodríguez Pérez, ¿alguna vez lo conoció?

-Compañero mío, ¿conocerlo? Es mi hermano, y usted mi sobrino.

Quedé impresionado por el acontecimiento que se presentaba tan ligero frente mío.

-Familia son. Dije intentando observar sus reacciones.

Andrés Rodríguez se giró y salió sin despedirse siquiera del tinto. Intente ver a los ojos de Don Juan, fue imposible, la sombra que creaba su sombrero hacia que yo no pudiera penetrar en su reacción.

-Fue por un revolver. Dijo mientras dejaba salir un suspiro de ataúd.

-No logró convencerlo, profesor. Pedí la cuenta

-Ahí va un alma errante, se va para Casanare.

Al día siguiente, en las noticias: Joven fue asesinado en un intento de homicidio.

 

 

derechos de autor. DNA 

publicado por CEAB. (Consejo Editorial de Autores de Boyaca)

Título de la obra: CRÓNICA DE UNA VENGANZA

Autor: Willmer Benjamin C. Castillo Páez

Biografía

W. Benjamin (Willmer Benjamin Camilo Castillo Páez)  Es un escritor, poeta y artista capacitado en trastornos de autismo clínicos, terapias ABA, terapias familiares patologías clínicas e inteligencias múltiples, programa de Psicología, egresado de Atlantic International University. Nació el 21 de octubre de 1999. Miembro de la Asociación de Escritores y Poetas (ASOPOETAS). Participe en el certamen de poesía Española de Cardosu y Liletrad.

 

2017CRONICA

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