Despertar y descubrir que soy libre,
Libre de mi civilización.
Ser consciente de que ya no estoy en mi época.
Despertar 200 años después de cerrar los ojos por última vez y sumergir mí mente en un largo sueño, lleno de realidades ficticias y pensar que he despertado en un nuevo mundo.
Despertar y descubrir el 2218.
Descubrir un mundo lleno de ciencia y misterios que deseo conocer.
Me despierto con ganas y estoy dispuesta a descubrir el nuevo mundo.
Si, yo cerré los ojos por última vez sumergida en hielo mientras mis constantes descendían lentamente.
Ahora se que este nuevo mundo no funciona igual.
Reina la paz y la cordialidad.
Las mujeres son libres y no hay categorización de razas ni de jerarquías, ahora reina la equidad de género y la cordialidad entre todos.
Es un mundo lleno de ciencia, impresiona ver a chicas de 80 años con rostros tersos y sus cuerpos firmes.
Me di cuenta que no había enfermedades, la única enfermedad era el amor que aún dolía y se seguía sufriendo.
Pero el amor no era reprimido, era libre, era poliamor.
Un mundo lleno de vida y armonía.
La variedad de árboles nuevos, vida verde, la tierra llena de superficies enormes de bosques y nuevas especies.
Animales libres, sin ser presas de cazadores, caminan humanos con especies de animales sin temor.
Fantástico mundo.
En 200 años hemos avanzado mucho.
Humanos con implantes para sentir orientación del planeta, implantes para tener contacto mental con otras personas sin necesidad de teléfonos, magnífico avance.
He nacido en un mundo que siempre soñé.
Libre, sin miedo, sin enfermedades, con oportunidades de ser iguales, el amor sigue en nuestras vidas,
avances tecnológicos, un mundo sin caza, con respeto entre razas y género, un mundo fantástico.
En realidad, ¿he despertado de la profundidad de mi sueño?