IDENTIDAD
Alrededor de la basílica menor de Monserrate de culto católico que se encuentra en la cima del cerro de Monserrate, la cual está consagrada bajo la advocación del Señor Caído de Monserrate, sobre su santuario de peregrinación inaugurado en 1920, y que hace parte de la Arquidiócesis de Bogotá.
MITOS
Desde épocas remotas de generación en generación se han ido tejiendo un sin número de historias fantásticas, creencias, ritos y milagros de manera verbal o escrita instalándose de una manera u otra en el acervo de la cultura bogotana.
Algunos dicen que a la escultura del Señor caído le crece el pelo, que cuando la han bajado a la ciudad pesa más que cuando la suben o que si él no quiere bajar se pone tan pesado que no pueden mover la escultura. Dicen además que las parejas de novios que visitan el Santuario nunca se casan, pero lo verdadero es que el Señor de Monserrate los separa si el noviazgo no conviene, de lo contrario los une para siempre. Como anécdota personal al respecto aportaría la siguiente: Estando yo, recién llegado a Bogotá; un día domingo temprano, decidimos con mi novia subir al santuario por el camino de herradura. Entre tanta gente escalamos con dificultad el pedregoso camino con promesas de fe, logrando así llegar a la cima. Recorrimos los paseos empedradas y miradores, luego nos apostamos frente a la entrada de la iglesia a platicar. No entramos a misa ni visitamos el sagrario donde estaba su imagen expuesta (el señor nos va a castigar). A la altura de la tarde nuevamente en romería, descendimos por el mismo caminito pedregoso de la cima a la circunvalar. Y allí terminó la caminata dominical. Al llegar a la casa cansado por el ajetreo, se me descuadro la risa al darme cuenta, que la cadena con el crucifijo de oro que mi madre me había regalado cuando cumplí quince años, no estaba colgada en mi cuello... Había desaparecido. Me dio tanta rabia que quise blasfemar de mi religión, de mis creencias. Pero, al contemplar la estampa del Señor Caído de Monserrate, su imagen me dio a mis sentimientos de culpa (a mi ego) paz, armonía y tranquilidad.
Él castigó mi ingratitud, quitándome lo que más quería en ese momento (el cristo de oro), tal vez por ser apóstata, por no cumplir con m mis votos de buen cristiano, católico y apostólico. Lo cierto, es que ese día para bien o para mal, perdí algo material (la cadenita con el crucifijo). Pero a cambio, gané algo valioso, que era el amor incondicional de mi novia, la que ahora es mi esposa, y que ha sido el alimento espiritual de mi vida, porque vivimos felices. Cada vez que subimos a Monserrate a visitar al “Señor caído”, nos recordamos de aquella primera vez, cuando los dos nos remontamos a la basílica, tomados de la mano, enamorados.
VATICINIO
Se dice que donde está ubicado el Santuario es el sitio de un volcán dormido…cuando despierte este león pondrá a temblar a toda la ciudad de Bogotá. El movimiento telúrico será tan fuerte que las edificaciones caerán desmoronadas como un castillo de naipes. Habrá muchos muertos y gente damnificada que no tendrán dónde refugiarse. También, hay estudios geológicos que demuestran lo contrario. El Cerro de Monserrate no es un volcán y no está ubicado en una zona volcánica, sin embargo, la preocupación no cesa ya que la mayoría de las edificaciones portentosas de la ciudad se encuentra levantadas al pie de su falda.
DICIEMBRE 24 EN LA TARDE
A la parte administrativa de quien sea Monserrate, o lo administre, van a tener que pensar que, lo ocurrido el día 24 de diciembre del año en curso (2018), en horas de la tarde, es un aviso premonitorio. Que el accidente pudo ser más grave con consecuencias fatales a los usuarios del servicio si no se toman desde ya medidas preventivas.
Es necesario someter sus estructuras a un riguroso estado de mantenimiento para que no fallen estos medios de transporte masivo tanto de teleférico como funicular. Solo así con la aplicación de medidas protectoras de contingencia se puede garantizar su correcto funcionamiento. Además, porque estos vehículos fueron diseñados y construidos con tecnología antigua y llevan décadas prestando servicio a propios y extranjeros ininterrumpidamente todos los días.