Quisiera entender mi dolor, el cual me parte el corazón, siempre supe que no me querías y yo como tonto ahí seguía, una, dos hasta tres pisadas me dabas, inmediatamente yo me levantaba y te decía que te amaba.
Al acabar el día me preguntaba si lo que hacia estaba mal, pero al no tener respuesta yo mismo me respondía y llegaba a la conclusión de que eso era lo que quería. Al ver las cosas desde otro punto de vista decía “Pobre hombre no se lo merecía” yo te buscaba sin piedad, en cambio tu me rechazabas sin dignidad.
En algunas ocasiones tu me hacías volar, tus sabias palabras, tus bellos momentos, caía una y otra ves a tus pies. Lentamente me di cuenta que esto no podía seguir así, me fui alejando día tras día, me volví como tu, ya no quería saber de ti, tus palabras ya estaban vacías.
En ese momento te diste cuenta que me perdiste, que me tenias que valorar, porque no en cualquier lugar ibas a encontrar alguien como yo. Ahora siente, sufre y llora, aprende a valorar a la gente que en realidad te ama. ¿Será que en realidad nos gusta la mala vida?