Tal vez estoy un poco oxidado.
Tal vez me he dejado endurecer.
Tal vez he olvidado por un rato,
Lo que en esta vida yo juré hacer.
Quería entregarme al descanso.
Arrojarme a los brazos de Morfeo.
Y sin pensar de nuevo en los fracasos,
Dormir hasta olvidar el ajetreo.
Pero el alma sigue muy inquieta,
Y por más que yo quiera apaciguarla,
Ve lo que ocurre día a día,
Y se niega simplemente a aceptarlo.
Ya no hay dolor en ella por el mundo.
Tampoco lágrimas quedan por el hombre.
Tan solo un desprecio profundo,
Por aquellos que ninguna razón oyen.
Y por aquellos que, teniendo ojos,
Se niegan a ver la realidad.
Y por aquellos que pregonan de ser buenos,
Atacando y destruyendo sin piedad.
Desprecio me dan y simple asco,
Los que de sus billetes se enaltecen,
Y humillan a aquellos que, con creces,
Sí trabajan, pero nunca los merecen.
Todo el mundo, hoy por hoy, es un mierdero.
El sistema se desprende a pedazos.
Y resalta la desgracia ajena,
Y aquellos que no saben de fracasos.
Falta aún un buen camino.
Falta recuperar la esperanza.
Pero viendo lo que pasa en el mundo,
Falta muy poco para que ella renazca.
Lunes, 15 de febrero de 2021