Siempre te esperaré
en cada momento del día que parece rutinario.
Cuando el día diga que todo está normal
siempre he de esperarte.
Siempre te miraré
aunque digan que puede llegar el tedio.
Si solo comprenden lo comprensible
siempre he de mirarte.
Siempre te esperaré
en la luz y en la sombra de la vida que transcurre.
Y en las noches de instintivo abrazo de madrugada
siempre he de esperarte.
Siempre te amaré
en cada pregunta tuya de mis razones para hacerlo.
En las respuestas esquivas de mi lógica ilógica
siempre he de amarte.
Y si crees que "siempre" es mucho tiempo
tal vez recuerdes que antes de ti
"nunca" fue el tiempo infinito que acabaste
porque mi "nunca" es ahora un "siempre".