Existe la química entre dos personas
esa que se transmite por la mirada
que se siente alrededor sin tocarse
que te incita a soñar suspirando
que es gloria y pecado
que te mira los labios
que te estremece los sentidos.
Existe esa química que atrae
con una realidad física incontrastable,
inevitable...,
que en libertad se expande
y en otro compromiso angustia.
Química de besos eléctricos
de abrazos de fusión corpórea
de sueños en relámpago
de pasiones inimaginadas.
Química entre dos personas
que pinta el mundo en arcoiris
o que amarga la realidad
en tragos de hiel en soledad.