Hace tiempo que camino tras de ti
Te conozco y también sabes que yo existo
He tratado de ocultarme por mi bien
Y con miedo miro todos tus caprichos.
Te desplazas silencioso y con rencor
Te aprovechas de tu injusto entendimiento
Y has tentado hasta al querido redentor
Quien te pudo por amor para escarmiento.
Fui testigo muchas veces de tu hacer
Fui impotente ante las victimas de tu arte
Y aunque a veces he tratado de entender
No comprendo como alguien podría amarte.
Y hoy te veo aun mas terco y ensañado
No respetas ni edades ni consecuencias
Y reclutas a los débiles de fe
Que engañados van a ti con obediencia.
Basta ya de salpicarme con tu hedor!!
Basta ya de tus blasfemias inmorales!!
No te temo aunque yo tiemblo si me ves
Porque soy solo uno mas entre mortales.
A las seis se despertaron los terrores
A las seis corrió la sangre por los campos
A las seis vi el humo negro que subía
Y las llamas que arrasaban allí abajo.
Y eran suplicas y llanto por doquier
Que marcaban la insolencia de tu paso
Cuanto más sus heridas hacías doler
Mas curvado en carcajadas tu espinazo.
Y me harte de verte tan, tan destructivo
Te llame y te desafié a mi gran pesar
Pero tú que subestimas a cualquiera
Ni siquiera te pudiste imaginar….
Me acerque y puse mi diestra en tu garganta
E inspirado por la luz halle la fuerza
Y empezando a estrangularte sentí miedo
Pues tus ojos se agrandaron con sorpresa
y hubo aliento a mis espaldas congeladas
recordando tanto mal por ti sembrado,
que me trajo aun mas ánimo y valor
transformándome en verdugo despiadado.
Al no ver reacción alguna en ti maldito,
Apreté mi mano aun con más deseo
De acabar contigo, monstruo despreciable
Y cumplir con aquel vengador anhelo.
Vi tu lengua larga, bífida y morada
Que asomaba entre tus dientes afilados
Cual ahorcado que en un último estertor
Trata en vano de no morir asfixiado.
Que paso con tu diabólica malicia?
Donde están ahora tu magia y tu maldad?
Quien te ayudara a salirte con la tuya?
Si ahora enfrentas tu reflejo en mi ansiedad?
No hubo acciones ni respuesta de Satán
Que aun con vida e inerte seguía colgando
Ni sus garras me trataron de arañar
Ni su infierno me quemo para mi espanto.
Y las sombras y el silencio me rodearon
Y mis piernas comenzaron a temblar
Fueron largos los minutos de mi espera
Pero el diablo por diablo supo esperar.
Continué apretando fuerte su garganta
Vi el sudor entre sus cuernos emanar
Ningún músculo movía en su defensa
y empecé desconcertado a titubear.
Y una voz me susurro muy suavemente,
No malgastes ni tu tiempo ni tu esfuerzo
El no muere y yo lo necesito vivo,
Pues sin mal ya no podré mostrar lo bueno.
El destino esta ya escrito del arcángel.
Será El quien lo derribe en gran batalla.
Lo dispuso hace ya mucho el creador.
Para así librar al mundo del canalla.
Lo solté entonces tras meditar un poco
Que en aquella frase había sabiduría
Mas seré yo nuevamente voluntario
Si el Señor cambia sus planes algún día.
Me cubrí luego en un manto de gran fe
Y seguí mi camino por las veredas
Que entre el monte me conducen a la luz
Y no dejan que yo caiga en las tinieblas.
Pero aquel que un día tuve frente a mí
Aun camina rencoroso y expectante,
Solo aguarda la ocasión para salir
A enfrentarme en mí descuido y desquitarse.
Casi fin….
Jorge Luis Caraballo Agosto, 2002.