Como todos los días en la mañana, José de profesión camionero, se dirigía a su trabajo. Al llegar a la empresa que lo empleaba, preparó su camión para salir rumbo a la carretera, sin imaginarse que esa mañana se convertiría en un héroe anónimo.
José salió en su camión rumbo a su destino, como un día cualquiera en su vida de camionero. La mañana transcurría tranquila cuando, de pronto, bastante adelante de él, vio que ocurría un catastrófico accidente de carros. Desde su camión, José observó que dentro de unos de los vehículos involucrados en este múltiple desastre, había una señora con una niña atrapadas dentro de su carro, el que estaba a punto de incendiarse. Inmediatamente, José, sin pensarlo dos veces, y como buen samaritano que era, se bajó de su camión y, luego de un tremendo trabajo, sacó como pudo a la niña y a la señora - gravemente heridas pero con vida. Unos minutos más tarde llegaron los primeros auxilios que rescataron a todos los heridos.
La ambulancia que trasladaba a la señora y a la niña, con la prisa de la emergencia y el fuerte tráfico que se había embotellado, chocó al salir con otros coches apurados que se cruzaron a unos metros de donde estaba José!
Por segunda vez, José puso su vida en peligro e intervino efectuando un doble rescate. Esa tarde, al llegar a su trabajo, narró todo lo ocurrido a sus compañeros, sin imaginarse que las dos personas a quien él rescató dos veces eran, nada más y nada menos, que la esposa y la hija del dueño de la empresa donde él trabajaba. El dueño, al enterarse de este doble acto heroico, se sintió doblemente agradecido y en recompensa, le obsequió a José un camión nuevo del año.
Lo increíble de toda esta historia es que la Vida y el Destino también lo compensaron doblemente a José, porque hoy en día José es el dueño de una de las compañías Camioneras más exitosas del país.
Escrito: David Solano
(David.Solano@ymail)