Quiero hacerte el amor, besarte, tener tanto de ti en mi piel, donde pudiera olerlo bastantes días. Pero ahora - gruño mientras sus ojos brillan en alguien más, necesito follarte duro, tomarte toda, que grites mi nombre.
Nuestro amor no era imposible, no creo en lo imposible, nuestro amor era improbable, como que hiciese frío en el Nevado del Ruíz, pero no imposible. Pero es que nosotros éramos como un choque de trenes, metal contra metal, demasiado iguales, y al mismo tiempo, siempre yendo en sentidos opuestos, incapaces de coincidir, fuimos una colisión que se veía venir de kilómetros, pero aún así, decidimos estrellarnos, y hacernos el mayor daño posible en el choque, para que jamás repararnos, que no quisiéramos volver a vernos. Jamás.
Y mentiría si dijera que no te odie con todas mis fuerzas, a pesar de que sabía que iba a salir mal, te pide, y me sentí morir por cada vez que necesite un abrigo y tus brazos no estaban ahí.
Fuimos pasión y dolor, amantes desconocidos que creían conocerse mientras llegábamos al final, fuimos poesía, pero también fuimos toda la basura esparcida por todos los friolentas y oscuros callejones.
Pero a pesar de la improbabilidad de lo nuestro, fuimos frío en el Nevado, y te juro que jamás un accidente se sintió tan bien..
TODO
Desde el corazón roto y dolor de la vacuidad que dejaste en mi, hasta tu aliento calentarme la nuca, como esa primer noche, que estremeció todo mi cuerpo, sintiendo tus pechos en mi espalda y la promesa de un beso, como desayuno.
TODO
Lo repetiría todo.
Porque.
Valió.
La.
Pena.
Cada.
Puto.
Segundo.
Vemos a ser honestos, si nos hubiéramos querido de verdad... Yuya, habríamos intentado una y otra vez hasta que nos saliera bien. Te quiero más que mis escritos, pero no vuelvas jamás. Y si pasa, no te enamores de mi, tengo problemas mentales, follame primero, quiéreme luego.
