No parece sorprender a nadie el hecho que en nuestro país, este mes mas de 600 chicos de entre 1y 15 años han desaparecido sin dejar ningún rastro, y si lo dejaron se pierden en los interminables tramites policiales que deben hacer sus padres para poder denunciar y lograr que alguien investigue.
Yo como padre y sabiendo lo que se siente perder A UN HIJO (en mi caso una enfermedad extraña) me imagino cuando viene alguien y te lo arrebata, sin saber donde buscar o preguntar, como si todos estuvieran en contra.
En mi país agosto es el mes de los niños, se gastan millones en regalos (los que más tienen) pero muy pocos están dispuestos a colaborar con las fundaciones que trabajan para lograr erradicar estas desapariciones, la conciencia parece ser una cosa de los que menos tienen o sufren para poder criar y darle lo justo.
Los políticos y las políticas de estado solo están para embarrar y cubrir con nubes de dudas y estorbo, ya nadie cree en los políticos y en un estado que ha tomado esto a la ligera.