En el mundo abundan los coleccionistas de lo que sea: obras de arte, carros, joyas, juguetes, llaveros, gorras, gafas, zapatos, etc. La mayoría de nosotros, en algún momento iniciamos coleccionar algo, pero hoy, una noticia me llenó de curiosidad y es que, en México DF, van a rematar la ropa y otros objetos de Gabriel García Márquez y su esposa Mercedes.
Esto no me extraña, el asunto es que recordé otros casos de coleccionistas de prendas viejas y pagaron sumas elevadas por ejemplo las medias de Pelé y Maradona, sin lavar y conservadas como reliquias después de algún partido memorable, de igual manera han rematado o vendido camisetas de jugadores, pantaloncillos, pantalonetas y esto refiriéndome sólo a futbolistas, porque otros deportistas también han aportado sus ropas usadas y sudorosas para que los pendejos paguen millones y las guarden.
Cada quien, con sus gustos, pero no me cabe en la mente que se paguen 15.000 dólares por unas medias sucias y pecuecudas o una camiseta sudada o calzoncillos medio sucios donde sabemos. Ni se diga de las estrellas del cine y TV y, por supuesto, los ídolos del Rock y otros géneros musicales: el brassier de Madona, los calzones de JL, también sombreros, bufandas, calcetines, camisas con una sola condición y es que no se hayan lavado y conserven el aroma del personaje.
Ya lo dije, cada persona con sus mañas, yo he coleccionado libros más no para llenar espacios de unos anaqueles sino para leerlos y disfrutarlos, y vuelvo al tema, ¿qué gusto se le puede sacar a ropa usada, sucia y vieja? No me crean tan pendejo.
Edgar Tarazona Angel