“La locura es quizá una manera angustiada
y angustiosa de evadirse de esta realidad
que pugna por volvernos locos alienados”
Juan lee con obstinada
atención las letras
imposibles de las
heces en la pared.
Gabriela con nerviosa
dulzura, cuenta una a
una, las canas del pubis
del muñeco de año viejo.
Los "tres chiflados"
hablan, ríen, discuten,
juegan, babean,
perdidos en sus
diálogos solitarios.
Y yo...aislado en mi
prisión, desdentado y
viejo, aspiro el último
verso, manoseo la
razón/
enciendo un cigarro
de papel cebolla,
lloro mi dolor,
deletreo mi ausencia
y converso mi enfermedad.
Namid A.