El mundo es cruel,
También lo es la vida,
Más sucede todo esto,
Cuando vivimos detrás de la esquina.
No enfrentamos el Universo
Como nos es dado,
Sufrimos por la rabia
Que nos produce el bienaventurado.
Diluimos en alcohol
El temor a los enfrentamientos,
Ahogamos en las drogas
Todos nuestros sentimientos,
Y después culpamos a Dios
De nuestras incapacidades,
Y decimos ¡Oh Señor!
¿Por qué nos merecemos todos estos males?
Miércoles, 24 de octubre de 2001