Aunque el tiempo ha transcurrido
tu ausencia se acentúa,
me haces falta, mucha falta,
y sólo en sueños me acompañas.
Yo sé que estás conmigo
siempre y a toda hora,
más aún cuando te necesito,
me consuelas un momento
y te vas, como es… cual debe ser.
A tu lugar de descanso,
a tu viaje sin retorno (a plano físico)
y yo aquí aguantando y callando
este dolor que muy bien finjo.
Esperando ese abrazo
que yo tanto necesito
y que sólo tú, padre amado,
puedes darme… sólo en sueños.
Perdona que interrumpa tu descanso,
disculpa que a gritos yo te llame,
¡ya no puedo!, ¡ya no puedo!
Es asfixiante saber… saber
que la muerte te ha llevado.
Descansa en paz.
22/marzo/2006