Cada dia al despertar siento tu dulzura, llenando mi piel de suaves delirios,
te amo tanto... Tanto... Tanto, que cada amanecer comprendo que eres mi
hermosa ilusión,
complaces mis deseos y caprichos sin protestar.
Me amas tanto que te doy las gracias por tanta paciencia...
Y es que soy tan ingrata que a veces me olvido que estas a mi lado que eres
parte de mi piel, me siento protegida en tus brazos.
Lo nuestro es un amor que escapa a todo límite de la razón;
cuando siento el frío de la soledad tu estas allí para darme calor.
Me regalaste dos motivos para hacerme felíz...
dos polluelos que son mis hijos.
Te siento como a una flor desnuda dejando caer sus pétalos de fuego
sobre mi cuerpo;
te amo y cada día siento más admiración por ti que hermoso y mágico eres...
Ena Patricia Sierra Molina