El Espectador, diario colombiano, anunció el 29 de septiembre de 2008 que el sistema financiero colombiano obtuvo ganancias, durante el mes de agosto del mismo año, por un valor de COL$8,6 billones (US$3.660)[I]. Una cifra astronómica, considerando que es el lucro de un solo mes.
Colombia es un país que tiene aproximadamente 44 millones de habitantes, de los cuales 23 millones están por debajo del índice de pobreza, más de 7 millones son indigentes, y el índice de desempleo es del 12%. Haciendo sumas burdas, vemos que 30 millones de habitantes (68,18%) no están ni remotamente cercanos al aporte económico en el desarrollo del sistema financiero.
Surgen interrogantes, entonces, respecto a esas utilidades exageradas del sistema financiero, siendo imposible desligar su parecido a una pirámide “ilegal”:
Todas esas preguntas tienen una respuesta: el sistema financiero es piramidal, y el retenedor del dinero del pueblo, es quien está en la cúpula de la pirámide y controla la economía nacional.
Es una demostración de que la pirámide ya superó al gobierno y controla y dicta leyes en su propio beneficio, destruyendo sin miramientos a la competencia y hundiendo a los que tratan de levantarse.
El hongo en la pared se extendió por toda la casa. Tapió las puertas y ventanas. El pueblo, atrapado en una podredumbre económica, es esclavo de la economía, incapaz de solventar la situación. Su elección es poca: muerte por inanición o bajar la cabeza.
El gobierno no quiere hacer algo para solventar la situación. El sistema piramidal necesita de capataces que se aseguren de que el pueblo siga siendo esclavo económico y no levante cabeza.
La crisis económica mundial no está sucediendo. Ya sucedió. Hace décadas. Lo que pasa es que quien la sufrió y sigue sufriendo es el pueblo. Tan sólo que ahora la pirámide está cayendo a pedazos, efecto de su propia inflación.
Y los que ocupan la cúpula se sienten preocupados…
Se vuelven más agresivos…
Destruyen a la competencia de forma descarada y cínica, convirtiendo a las Naciones en “Departamentos Comerciales” y a los Presidentes en “Administradores”…
“Los ricos son más ricos y los pobres son cada día más pobres”, frase que se oye cada vez más, día a día. Frase cierta, pero le faltaría un complemento: “Y los ricos son cada día menos y los pobres, cada día más” ya que los ricos que controlan la ley, se las ingenian para destruir a la competencia en un capitalismo (canibalismo) salvaje.
Margaret Mitchell[II] definió este canibalismo de manera certera, a través del personaje de Rhett Butler: “Hay dos formas de hacer dinero: una rápida y la otra lenta. La primera, cuando un país se destruye; la segunda, cuando se construye”[III].
Sólo nos falta ver quién se convierte en Gerente General, Dueño y Señor del emporio económico llamado Tierra.
[I] “Sistema financiero alcanza ganancias por $8,6 billones”. ElEspectador.com. 26 de septiembre de 2008. Consulta realizada el 27 de noviembre de 2008.
[II] Margaret Mitchell (08/11/1900 - 16/08/1949) Escritora estadounidense. Autora de la novela “Lo que el Viento se llevó”.
[III] “Lo que el viento se llevó”. Margaret Mitchell. 1936. Estados Unidos.
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